Mis sueños de Wake Up

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Por el hermano Phap Linh

funsangha

Todos los años me piden que escriba algo para la revista Lá Thư Làng Mai, y todos lo años me siento confuso. ¿Qué debería escribir? ¿Para quién escribo? ¿Quiénes son mis lectores? Estas son las preguntas que surgen de inmediato, y esto es lo que me respondieron este año: «Escribe sobre Wake Up». Pero, ¿qué derecho tengo yo a escribir sobre Wake Up ? Los hermanos y hermanas me dicen que quieren saber qué es Wake Up, y yo les digo : «Sí, a mí también me gustaría saberlo, ¡ojalá alguien me lo dijera!»

Pero esta mañana, al despertar, me di cuenta de que aunque no sepa exactamente lo que es Wake Up, al menos tengo un par de teorías, y me hace feliz compartirlas con los hermanos y hermanas de todo el mundo en un espíritu de investigación científica y con la esperanza de que los demás puedan animarse de esta manera a compartir sus puntos de vista e ideas. De hecho, como pronto veremos, una de mis teorías es completamente errónea, pero es así como avanza la ciencia. Al menos ¡puede que te diviertas!

Una cosa al menos está clara, y es que Wake Up no comenzó en el retiro de verano de 2008. Nuestras hermanas y hermanos mayores, como Mai Nghiem y Tôn Nghiem en Plum Village, así como Đặng Nghiem, Châu Nghiem, Hanh Nghiem, Thay Phap ( TP ) Hai, TP Dung, TP Lai, TP Lu’u, TP Trạch y otros en Deer Park ya habían organizado retiros para jóvenes y retiros en universidades durante varios años. Estos retiros fueron creciendo y se habían hecho muy populares entre los jóvenes occidentales. Por supuesto, también está el hecho de que en Vietnam y otros países asiáticos, casi todos los retiros eran como un retiro de jóvenes, porque Thay es joven y su enseñanza siempre ha atraído a la gente joven.

Así que en el verano de 2008, cuando Thay nos pidió a la hermana Hien Nghiem y a mí que nos presentáramos en público para “anunciar” el nacimiento del movimiento Wake Up, en realidad se trataba solo de un truco (aunque no nos diéramos cuenta en el momento). Se trataba de un truco, porque Wake Up llevaba existiendo mucho tiempo; luego ¿qué necesidad tenía de nacer? Mirando hacia atrás, me pregunto si muchos de nuestros hermanos y hermanas mayores lo veían y sonreían por dentro cuando hicimos el “anuncio”.

Thay y la Sangha siempre han estado “haciendo” Wake Up. Contemplar la vida y los actos de Thay me ayuda a entender lo que Wake Up podría ser en realidad. Thay siempre ha estado haciendo comunidad, construyendo comunidades con un toque especial de creatividad, de juventud, de libertad, y el ingrediente mágico fundamental: la hermandad o sanghaidad, como diría Thay Man Tue.

Mirando hacia atrás, un día me di cuenta de que Thay y la hermana Su Cô Chan Không crearon, o más bien, hicieron que se manifestaran al mismo tiempo la Escuela de Juventud y Servicios Sociales (EJSS), los 14 entrenamientos de la plena consciencia y la Universidad Van Hạnh. Las tres iniciativas debían progresar juntas: la sabiduría mano a mano con la acción. Ver esto me llevó a preguntarme si era solo casualidad que Thay nos pidiera que iniciáramos un movimiento de jóvenes al mismo tiempo que se manifestaban el Instituto Europeo de Budismo Aplicado (IEBA) y los nuevos cinco entrenamientos. Sin duda, es cierto que la EJSS siempre ha estado viva en Wake Up: la visión y la energía del EJSS ha sido siempre, para muchos de nosotros, la llama que alimenta el corazón de Wake Up.

Así que en cierto sentido se puede decir que Wake Up es solo un cuerpo de transformación de la EJSS, que en sí era la manifestación de la profunda aspiración de Thay y de tantos otros jóvenes monjes, monjas y laicos en Vietnam. Podemos decir que Wake Up es una aspiración, más que una organización y, al menos para mí, estar involucrado en Wake Up ha sido una forma de descubrir, de estar en contacto con mi aspiración, de desenterrarla, de sacarla de debajo de las capas de sufrimiento y confusión que se habían acumulado en mi vida y antes de mi vida.

Creo que el deseo de los que estamos involucrados en Wake Up siempre ha sido que debería ser un refugio de fraternidad, que debería convertirse en un semillero para la acción, como siempre lo fue la EJSS. Porque hay en todo el mundo jóvenes que quieren cambiar la sociedad, porque ven la violencia, la injusticia, la incomprensión y el sufrimiento causados por nuestra codicia y nuestros erróneos impulsos por consumir.

Cuando llegué por primera vez a Plum Village, era un joven de 19 años roto y cínico, depresivo, confuso y con una mente sin preparación alguna. No tenía medios de ponerme en contacto, ver o comprender mi aspiración, mucho menos de actuar en consecuencia. Tal vez, muchos de los jóvenes que entran en contacto con la práctica también deban, como yo, poder sanar ellos primero para recuperar su confianza en los seres humanos y en sí mismos, y en la bondad, la verdad y la belleza que hay en ellos y en rededor, antes de que puedan comprometerse.

Así que tal vez Wake Up sea un espacio para que los jóvenes vuelvan a conectar, a rehacerse y a llegar a ser parte de una creciente comunidad, y así descubrir dentro de sí mismos un profundo y poderoso deseo, guardado durante mucho tiempo, de construir una comunidad semejante. Después de experimentar algún grado de sanación en sí mismos, pueden conectar con su profundo deseo de ofrecer ese espacio para otros jóvenes que, como ellos mismos antes, se ahogan en un mar de desesperación, desolación, confusión y una sobrecarga de inputs. En ese sentido, Wake Up (Despierta en español) puede ser, nada más ni menos, la continuación de la propia aspiración de Buda de despertar y de ayudar a otros a despertar.

Lo que esta claro es que no podemos hacerlo solos: esto es lo que Buda y Thay nos han estado enseñando desde hace mucho tiempo. Tenemos que encontrar buenos amigos espirituales para apoyarnos mutuamente y crecer juntos. Como monásticos, tenemos la suerte de haber emprendido el camino de la sanación y la transformación y de contar con el apoyo de nuestros hermanos y hermanas. Gracias a ese apoyo, nos resulta natural, nos alegra ofrecer nuestros corazones a otros jóvenes en días de plena consciencia y retiros. ¿Y qué nos impide ayudar a los jóvenes que vienen a nuestros retiros a establecer sanghas allá donde viven?

A veces bastan unas pocas palabras de aliento. Saber que es posible, escuchar que otros lo han logrado a menudo es suficiente para empezar. Y si podemos darles algunas ideas, como organizar una marcha en plena consciencia por el parque con amigos o una comida vegetariana en silencio, sienten de inmediato que es algo posible, algo que pueden hacer realidad.

Recuerdo la primera vez que fui a Cambridge para hacer la entrevista de solicitud de ingreso. Apenas tenía 16 años y fue uno de los días más felices de mi vida. Estaba muy emocionado de estar en un lugar donde, por fin, podría conocer gente maravillosa, inspiradora, creativa, curiosa y de mente abierta, espíritus afines que, como yo, querrían descubrir nuevas cosas, comprender la vida, el universo y todo lo demás, y contribuir a construir un mundo mejor. Yo estaba feliz y lleno de energía tan solo por la idea de que iba a llegar a conectar con toda esa gente maravillosa.

Dos años más tarde, y solo seis meses después de la muerte de mi madre, me convertí en estudiante de esa universidad. Poco a poco comencé a sentir cómo mi sueño se derrumbaba, se ahogaba. En lugar de todas estas maravillosas personas inspiradas e inspiradoras, encontré en su mayoría jóvenes que habían aprendido a esforzarse al máximo, tal y como se lo habían exigido sus padres y maestros, a no hacer nada más que competir para ser el mejor, el más inteligente, el más exitoso: a ser el número uno. Todos lo anhelaban y, tal vez sin saberlo, incluso yo mismo.

Pero mi aspiración por reunirme con personas de ideas afines era fuerte y me dediqué a ello, descuidando por completo mis estudios para mi vergüenza. Tuve la suerte de encontrar en realidad un puñado de gente maravillosa, gente con integridad y sueños como los míos, e incluso mejores y más claros.

Una de esas personas era la hermana Hien Nghiem. Juntos creamos un grupo de amigos. Pero nuestra visión era incompleta. Creímos que bastaría con reunir a todas estas maravillosas personas bajo un mismo techo y esperar a ver lo que sucedería. Lo que aún no sabíamos era que íbamos a necesitar una práctica, que íbamos a necesitar entrenamiento, que las buenas intenciones, los sueños y la energía de la juventud no serían suficientes. Necesitábamos una ética, necesitábamos un camino y teníamos que encontrar a nuestro maestro.

Afortunadamente, un año más tarde encontré a Thay y Plum Village y mi vida comenzó a cambiar para mejor. Sin embargo, al principio me creí una especie de maestro zen y trataba de enseñar a todos mis amigos, incluyendo a la hermana Hien Nghiem, y de resolver todos sus problemas con mi recién adquirida sabiduría. Claro, no hice más que crear más confusión y sufrimiento en mí y en los demás. Pero poco a poco la energía de Plum Village me fue transformando y empecé a entender un poco y quizá incluso a ayudar un poco.

Hien Nghiem superó sus sospechas sobre ese extraño lugar en Francia que había hecho vegetariano a su novio y aceptó acudir a un retiro en New Hamlet. Después todo quedó claro: la práctica sería el eje de nuestras vidas. Año tras año nuestra aspiración creció y con el tiempo vimos que la vida laica era demasiado estrecha para nosotros. La cosa más loca que podríamos hacer sería unirnos a la comunidad monástica, así que lo hicimos. También me di cuenta de que el alcance y la profundidad de mi dolor y de mis energías de hábito eran tales que cualquier intento de construir una comunidad sería un fracaso, a menos que me entrenara.

El otro día descubrí algo que me pareció totalmente fresco y maravilloso, pero que resultó ser total y absolutamente equivocado. Lo comparto aquí de todos modos porque es divertido y puede ayudar a que me entiendas mejor. Descubrí la historia de Bá Nha y Tu ki, que Thay ha contado muchas veces. Bá Nha era un músico con talento, pero sentía que nadie podría comprender realmente su música. Un día conoció a Tử Ki, quien comprendió perfectamente el corazón y la mente del músico, y se hicieron amigos del alma. Después de la muerte de Tử Ki, Bá Nha rompió su arpa y cortó las cuerdas para no volver a tocar nunca más, porque sentía que no había nadie más en el mundo digno de su forma de tocar.

En la historia, el autor explica a continuación que esto no solo les ocurre a los músicos, sino a todos los que tiene talento (Gia Hiền: talentoso). Opina que la razón por la que pierden la esperanza y se rinden no es que no haya otras personas en el mundo dignas de su arte, sino más bien que es difícil que se reúnan, que se encuentren. Me di cuenta de que el signo para buena persona o persona de calidad es 䁂 (Hiền), y el signo para unir, conectar, estar en contacto o encontrar es 接 (Tiep). Sin preguntarle a nadie o verificarlo, salté a la conclusión de que estos deben ser los dos signos que Thay escogió para la comunidad de los 14 entrenamientos, la Orden del Interser, porque soy hơi ngu một tí (Nota para los lectores: esta es una forma humorística vietnamita de decir soy algo estúpido), y nunca prestó atención a la pronunciación correcta.

Como todo el mundo sabe, la pronunciación correcta es Tiếp Hiện, donde hiện (现) significa darse cuenta y lo que está aquí y ahora, y no Tiếp Hiền (接 贤), que probablemente no significa nada en absoluto. Peor aún, no sólo elegí el signo erróneo de hiện, también entendí mal la forma en que Thay utiliza el signo tiếp (接). Al parecer, Thay utiliza tiếp de dos maneras. El primer significado es estar en contacto con, no en el sentido de conectar con gente, sino en el sentido de estar en contacto con la realidad.

Y el segundo significado es continuar, como en “continuar la carrera de la iluminación, ser la continuación de los budas y bodhisattvas”. ¡Ups!. Así que mi teoría se vino totalmente abajo. Pero hasta que Thay Phap Khôi me señaló mi error, estaba totalmente satisfecho de mi “descubrimiento”, y me las arreglé para hacer de ello todo un gran construcción.

Bueno, ahora sé que era algo completamente frívolo, y que tengo que ser un poco más humilde y estudiar un poco más a fondo. Pero tal vez todavía pueda salvar algo de los escombros de mi percepción equivocada. Aunque la historia, obviamente, no tiene nada que ver con Tiếp Hiện, tal vez tiene algo que ver con Wake Up, aunque solo para mí. Porque esto, al menos, sigue siendo cierto: siempre he soñado encontrar, conocer, conectar y reunir a personas buenas, amables y sabias. Y es por eso que este cuento me inspiró tanto. Porque si no nos encontramos, si no conectamos y nos unimos, perderemos nuestra fe y cederemos a la desesperación, al igual que estuvo a punto de pasarme en Cambridge.

Creo que, para muchos de nosotros, esta es la llama que se aloja en nuestros corazones. Este es el sueño que nos hace seguir adelante, el voto que hago y prometo guardar siempre: mantener viva por siempre esta llama de hermandad. Porque construir Wake Up es igual que encender una hoguera, y cualquiera que haya visto alguna vez a Thay encender una hoguera sabe lo bien que lo hace. Todos sabemos, porque Thay nos lo ha enseñado muy bien, que la llama no nace, no viene de la nada, sino que tan solo se manifiesta cuando las condiciones son suficientes.

Así que parece que la llama de Wake Up siempre ha estado ahí y Thay fue capaz de reconocer el momento en que las condiciones eran suficientes para que se manifestara de nuevo. Y ahora que Wake Up está creciendo, la llama que guardan nuestros corazones puede ser transmitida. Nos ha sido transmitida por Thay y por nuestros antepasados, y podemos, de alguna forma, transmitírsela a otros para provocar la chispa que yace dormida en los corazones de nuestros hermanos y hermanas y en los de amigos de todo el mundo.

Sabemos que el fuego que cobra vida y comienza a crecer, las comunidades que vemos surgir en todo el mundo, la visión, la creatividad y la alegría de las más de 60 sanghas Wake Up en todo el mundo no es la misma pero tampoco es diferente de la llama y el fuego que ha estado y está todavía en los corazones de todos aquellos que se unieron a la EJSS en los años sesenta. Wake Up es su continuación, una forma de que los jóvenes se encuentren para practicar, participar y servir juntos. La historia de la EJSS continúa inspirando y motivando a los jóvenes del movimiento Wake Up. Muchos de ellos ahora se están preparando para recibir los 14 entrenamientos de la plena consciencia y convertirse en miembros de la OI, de Tiếp Hiện.

Por eso, todos nos sentimos muy contentos cuando nos enteramos de que Hanh Nghiem, Mai Nghiem, Sinh Nghiem, TP Chung y TP Giao están organizando flashmob de meditación sentada y caminando en el centro de Hong Kong, o de que en el templo celebran un día Wake Up al mes, o de que la sangha Wake Up de Hong Kong se reúne dos veces por semana en la ciudad; o cuando oímos hablar de los muchos retiros Wake Up en las montañas de Tailandia: o de los días de plena consciencia (DPC) Wake Up en Bangkok organizados por los hermanos y hermanas Trừng Nghiêm, Đăng Nghiêm, Trắng Tùng Hạt, Trắng Huyền Thoại, TP Lâm, TP Biểu, TP Thệ, Trời Độ Lượng y todos los hermanos y hermanas de Pak Chong; o cuando escuchamos la energía y la alegría en la voz de las hermanas Tai Nghiem, Sang Nghiem y el hermano Troi Phạm Hạnh contando historias sobre el retiro Wake Up que tuvo lugar en Plum Village al final del verano; o cuando escuchamos al hermano Trời Ngộ Không hablar sobre el retiro Wake Up en el desierto en Israel; o cuando escuchamos el CD grabado por la hermana Haì Nghiêm y los jóvenes durante el retiro Wake Up «Somos Música» celebrado en el IEBA; o cuando escuchamos al hermano Phap Lý y a la hermana Sứ Nghiêm hablar de la alegría y la diversión de los jóvenes franceses y vietnamitas que se reunieron durante el retiro de Wake Up en la Maison de l’ Inspir.

Cuando oímos que se organiza un retiro Wake Up en alguna parte, cuando antes del retiro vemos los geniales pósteres y después las divertidas fotos, cuando vemos la llama de la bodhicitta ardiendo en los corazones de nuestros hermanos, hermanas y amigos de todo el mundo, sabemos que la chispa ha saltado de corazón a corazón y el sueño ya se está realizando.

Ahora, esas mismas chispas saltan de sangha Wake Up a sangha Wake Up: tenemos un foro en Internet donde el núcleo de constructores de sanghas Wake Up, laicos y monásticos, puede compartir sus sueños y aspiraciones. Es muy divertido ver cómo Wake Up Nueva York pregunta algo e inmediatamente Wake Up Londres, Barcelona, Bangkok, Seúl y Tokio responden con sus experiencias y sugerencias. Thay es verdaderamente un alumbrador de hogueras, un constructor de sanghas. Le bastaba con sugerir que hiciéramos una gira Wake Up por Europa para que surjan giras por todas partes.

Después de ver lo que TP Tử había sido capaz de hacer con solo organizar días de plena consciencia y retiros de fin de semana en unas pocas universidades de Indonesia, nos dimos cuenta de que podíamos hacer lo mismo en el Reino Unido. «Después de todo –dijo Thay–¡Indonesia no es un país budista!» Ahora ya hemos hecho dos giras Wake Up en el Reino Unido, dos o tres en Irlanda, una en España, dos en Italia y una mega-gira por la costa este de EE UU gracias a la inspiración y la energía de TP Lưu y la hermana Thệ Nghiêm.

Al año siguiente, TP Hộ, Thầy Chỉnh Quang, Bội Nghiêm, Phú Nghiêm y otros hermanos de Deer Park organizaron dos giras Wake Up en California y el noroeste de los Estados Unidos. TP Siêu y el hermano Trời Bảo Tích lograron introducir algunos eventos Wake Up en la mini-gira del año pasado por India y Bután, y como resultado, ahora hay una sangha Wake Up en ese país, una sangha que ha sido capaz de organizar un campamento de verano Wake Up. De hecho, todas las giras Wake Up han sembrado sanghas Wake Up. Muchas están ahora florecientes y organizan por su cuenta retiros y días de plena consciencia.

Este año, TP Vũ, TP Mãn y las hermanas de Blue Cliff están planeando una gira Wake Up por el medio oeste. Los hermanos TP Dung, TP Nguyện, TP Khải y las hermanas Đẳng Nghiêm, Bạch Nghiêm y Bội Nghiêm están preparando una gira Wake Up en primavera de un mes en EE UU para practicantes de origen vietnamita. TP Hải está considerando hacer una gira Wake Up en Australia. TP Lưu está planeando una gira por seis países de América del Sur en otoño. La hermana Sáng Nghiêm y el hermano Phạm Hạnh están esperando a que se manifiesten las condiciones favorables para una una gira en Holanda y Bélgica, y se oyen rumores de una gira en Asia (¿Es cierto, TP Khả? ¿Es cierto hermano Kỳ Ngộ, hermana Tuyết Nghiêm, hermana Nghĩa Nghiêm? Sería muy divertido). Por favor, invítennos a acompañarles.

Así que Wake Up es también una manera de acercar a jóvenes occidentales y no occidentales a la comunidad monástica y quizás inspirar a algunos de ellos para que se unan a ella, como hizo el hermano Trời Hiện Tại tras la gira por la costa este de EE UU. Pero si alguien me hubiera dicho hace 15 años, cuando vine por primera vez a Plum Village, que acabaría por hacerme monje, habría salido corriendo. Desconfiaba mucho de la “religión organizada”, que casi se ha convertido en un término peyorativo en Occidente: algo relacionado con sectas, cultos e incluso lavado de cerebro.

La religión organizada es culpable de muchos males, de haber causado mucho sufrimiento a lo largo de la historia. Así que los jóvenes actuamos como los animales salvajes cerca de una trampa: sospechamos, nos ponemos en guardia y si alguien trata de reclutarnos o nos pide que nos unamos a algo, huimos. Por eso, cuando se presenta Wake Up a los jóvenes en Occidente, tratamos de hacer y ser Wake Up más que explicarlo.

Y cuando nos enteramos de que Wake Up Bangkok ha hecho una meditación en bicicleta por el parque; o de que Wake Up Seúl ha hecho un vídeo musical para la canción «Inspirando, espirando»; o de que Wake Up Holanda organizó un Día de Surf en Plena Consciencia o Wake Up Londres una jam-session de música y movimiento, o Wake Up Nueva York un programa de orientación para adolescentes, sabemos que han acertado: eso es Wake Up.

De hecho, esta es la primera vez que he tratado de explicar qué es Wake Up y se me hace raro intentar hacerlo. Creo que les ocurre lo mismo a muchos de los hermanos y hermanas que participan en él. Parece mejor dejar que Wake Up crezca y que inter-sea con lo que inter-es ahora gracias a los sueños colectivos, aspiraciones y acciones beneficiosas de tantos jóvenes y hermanos y hermanas de todo el mundo.

Wake Up es algo que simplemente sucede más que algo que se planee con anticipación. Así que cuando nos enteramos de que había una Casa Wake Up en Austin, Texas, en la que jóvenes vivían y practicaban juntos, dijimos: «¡Perfecto! ¡Una Casa Wake Up! ¿Por qué no se nos había ocurrido antes?» Ahora hay casas Wake Up aquí y allá, como la Gate House en Deer Park, otra en Los Ángeles y una en San Diego, donde jóvenes viven y practican juntos, comprometidos en vivir en fraternidad y mantener los cinco entrenamientos de la plena consciencia.

De hecho, la mayoría de las mejores cosas sobre Wake Up vienen de los propios jóvenes y solo nos enteramos después. Por ejemplo, las meditaciones flashmob. Creo que fue Wake Up Londres quien organizó la primera, pero ahora están apareciendo por todas partes: Nueva York, Barcelona, Hong Kong, Roma, Tokio, Ámsterdam, París, Los Ángeles, por nombrar unas pocas. Incluso la hermana Sư Cô Chan Không se ha unido a una meditación flashmob de más de 300 personas en Union Square, Nueva York, y creo que todo el mundo sintió que era la persona de espíritu más joven y cool de las que estaban allí.

Así que no permitamos Wake Up se convierta en una “religión organizada”. No intentemos definir lo que es o no es exactamente, porque ni es algo organizado ni precisamente desorganizado, sino algo auto-organizado, como la vida, como la naturaleza, inter-manifestándose gracias a las aportaciones de muchos. Y si tiene algo que ver con la religión, que sea solo en el sentido más antiguo y hermoso de la palabra, que tiene significados de origen diverso y un tanto contradictorios: del latín religare: enlazar, unir. conectar, o de religionem: respeto a lo sagrado, o de religiens: tener cuidado, o incluso ser consciente.

El respeto por lo sagrado debe incluir el respeto por los demás y por la Madre Tierra. Cultivamos todo eso a través de la práctica de los cinco entrenamientos de la plena consciencia. Así que podría decirse que Wake Up es el encuentro auto-organizado de jóvenes de buen corazón, amables y con talento, para cultivar el respeto por lo sagrado practicando los entrenamientos de la plena consciencia, o como dijo Thay: «Jóvenes budistas y no budistas para una sociedad sana y compasiva».

Por supuesto, el primer joven de buen corazón, amable y con talento con el que debemos conectar y reconectar es uno mismo. Y como Thay nos ha enseñado muchas veces, tenemos que ser nuestra propia alma gemela, o trí kỷ. En ese sentido, no tengo que ir a ninguna parte ni hacer nada para estar involucrado en Wake Up. Mi vida monástica ya es Wake Up. Cepillarse los dientes es Wake Up, abrir la puerta es Wake Up, sentarme junto a mis hermanos y hermanas en la sala de meditación es Wake Up y despertar por la mañana también tiene probablemente algo que ver con Wake Up, siempre que me acuerde de sonreír.

Así que Wake Up es la llama de fuego que está en nuestros corazones. Aventemos el fuego, miremos volar las chispas. No tratemos de controlar Wake Up: dejémoslo ir sin control, volar y atrapar el viento. ¿Quién puede adivinar adónde irá?

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